Sábado 06 Diciembre, 2025  

 

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Homenaje póstumo al profesor José Agustín León Tapia (1930-2025)

Cristhián Escudero

04/12/25

Su partida no solo deja un vacío en nuestros pasillos y aulas, sino que se inscribe como un capítulo más en la rica historia del DIE, del cual fue parte integral desde sus inicios. Agustín León comenzó su formación en los albores de lo que hoy es el DIE, como alumno en 1949, y evolucionó hasta convertirse en un pilar docente que acompañó su desarrollo durante décadas, encarnando la esencia misma de nuestra institución.

Con profundo pesar, el Departamento de Ingeniería Civil Eléctrica (DIE) de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile despide a uno de sus exalumnos y profesores más queridos: José Agustín León Tapia, quien nos dejó el 1 de octubre de 2025, a los 95 años, en la comuna de Providencia. Su partida no solo deja un vacío en nuestros pasillos y aulas, sino que se inscribe como un capítulo más en la rica historia del DIE, del cual fue parte integral desde sus inicios.

Nació el 14 de abril de 1930 en Iquique, hijo de Ernesto Florencio León Tan y Leonila Tapia Peralta de León. Agustín, como lo llamaban cariñosamente, llegó a la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile en 1949, egresando en 1954 con una pasión inquebrantable por la Electricidad de Potencias. En una época en que la Física Nuclear seducía a la mayoría de sus compañeros, incluyendo al futuro Premio Nacional Igor Saavedra, él eligió el camino más desafiante: “De todas las especialidades, era la más difícil”, recordaba con esa humildad que lo caracterizaba en una entrevista realizada en el año 2018 en su Departamento. Solo cuatro estudiantes optaron por la electricidad ese año, y Agustín fue uno de ellos, forjando así el inicio de una trayectoria que transformaría el sector energético chileno.

Su vida profesional fue un testimonio de dedicación y excelencia. Ingresó a Endesa inmediatamente después de egresar, donde permaneció hasta 1991, ascendiendo a posiciones de máxima responsabilidad como Gerente de Administración y Finanzas. Participó activamente en el diseño y construcción de centrales hidroeléctricas pioneras, lideró la gestión financiera de complejos emblemáticos como Colbún-Machicura (inaugurado en 1986) y extendió su expertise al ámbito internacional como consultor para el Banco Mundial y el BID. Incluso formó parte de misiones de reconstrucción de infraestructura en Oriente Medio tras la Guerra de los Seis Días, demostrando su compromiso global con el desarrollo sostenible.

Pero si algo definía a Agustín era su vocación docente, que nunca abandonó pese a las exigencias de su carrera. Comenzó a impartir clases en la década de 1950, aún como estudiante, y coordinó el Instituto de Investigaciones y Ensayos Eléctricos (IIEE) de manera ad-honorem en una Facultad que entonces contaba con apenas 200 alumnos y profesores part-time.

Con la creación del Departamento de Ingeniería Civil Eléctrica en 1965, Agustín se convirtió en un pilar fundamental, enseñando hasta bien entrada la década de 2010 cursos como Sistemas de Energía y Equipos Eléctricos II. Sus colegas y alumnos lo recuerdan con emoción: aun cuando su salud se resentía, entraba al aula y parecía rejuvenecer. “Bastaba que comenzara a explicar para que su pasión por enseñar lo transformara”, comparte el profesor Pablo Medina al comentarnos sobre el deceso de don Agustín.

Al respecto, el profesor Nelson Morales recuerda a don Agustín como un excelente profesor que transmitía su vasta experiencia a sus alumnos con claridad y con una disposición permanente para atender y responder todas sus consultas. “Podemos afirmar, además, que no solo fue un gran profesor, sino un verdadero formador de ingenieros eléctricos. Muchos de los profesionales que pasaron por sus cursos seguramente no lo recuerdan únicamente por sus conocimientos técnicos, sino especialmente por su ejemplo como profesional íntegro y experto”.

En su entrevista en 2018, Agustín, insistía en que los ingenieros debían abrirse a lo no técnico -la “vida real”- y que los profesores debían ser profesionales activos, no solo académicos. Su entrega absoluta formó a innumerables generaciones, inspirándolas a ver la ingeniería no solo como ciencia, sino como servicio a la sociedad.

Por su parte, el profesor Rodrigo Palma recuerda con cariño a don Agustín y destaca su compromiso con el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE).“No podría dejar de mencionar su profundo compromiso con la Sección Chile del IEEE, donde siempre aportó generosamente su vasto conocimiento y su capacidad única de tender puentes entre la industria y la academia”.

Agustín León Tapia no fue solo un ingeniero brillante; fue un ser humano excepcional, cuya humildad, perseverancia y calidez tocaban a todos los que lo rodeaban. Viajó por el mundo gestionando recursos y tecnologías, pero siempre regresaba a su alma máter, fiel a esa Facultad que lo vio nacer como profesional.

Hoy, su partida nos invita a reflexionar sobre el impacto perdurable de una vida dedicada al conocimiento y al bien común.

Descansa en paz, querido profesor. Tu luz sigue encendida en cada central que ayudaste a levantar, en cada alumno que formaste y en el corazón de esta comunidad que te honra eternamente. Gracias por tu legado inolvidable. La Facultad y el DIE tendrán tu recuerdo del pasar por nuestros pasillos repletos de las historias de nuestros miembros.

Profesor José Agustín León Tapia en su entrevista en 2018.

04-12-2025

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