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Fernando Quintero, estudiante DIE conquistó el oro en vóleibol playa en los Juegos Bolivarianos 2025

Cristhián Escudero

31/12/25

En una hazaña que combina talento deportivo, disciplina académica y resiliencia ante la adversidad, Fernando Quintero, estudiante de quinto año de Ingeniería Civil Eléctrica (DIE) en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile, se coronó campeón de los Juegos Bolivarianos en Ayacucho-Lima 2025 junto a su dupla Vicente Droguett, reconocido deportista nacional. La pareja chilena obtuvo el título para Chile en vóleibol playa masculino, derrotando en una vibrante final a los colombianos Yeferson de la Hoz y Juan Carlos Noriega por 13-21, 21-15 y 15-13.

Este oro, el número 53 como presea dorada para el Team Chile en la mejor actuación histórica del país en unos Juegos Bolivarianos 2025 (logrando un total de 173 medallas -53 de oro, 57 de plata y 63 de bronce), representa no solo un logro deportivo, sino un ejemplo inspirador de cómo equilibrar la exigencia de una carrera universitaria de elite con la alta competencia internacional.

Fernando Quinteros en la final frente a los colombianos junto al presidente de la Federación de Vóleibol de Chile, José Pino Madrid.

Quintero, quien transitó del vóleibol sala al playa hace unos cuatro años, encontró en la arena un nuevo desafío durante un verano de transición tras rendir la PSU e ingresar a la universidad. “Fue un momento ideal: esperando resultados, con un ambiente más relajado en las canchas de Peñalolén, cerca del Centro de Alto Rendimiento (CAR)”, recuerda. Invitado inicialmente por un amigo para completar una dupla en la selección, pronto se consolidó en la liga nacional y, tras el retiro del deportista nacional Noé Aravena, formó pareja con Vicente Droguett hace apenas un año.

“Nos complementamos perfecto: Vicente es apasionado y enérgico; yo, más calmado. Somos polos opuestos que se atraen y funcionan”, explica Quintero sobre la química que los llevó al podio. Todo un desafío fueron los juegos Boliviarianos, debido a una bursitis en el tobillo que lo obligó a un mes de recuperación intensa justo antes del torneo, y con exámenes finales en una de las universidad más exigentes del país, coincidiendo con las fechas de competencia, el estudiante DIE no flaqueó.

Camino al éxito rumbo a Lima Perú

Los desafíos fueron múltiples: entrenamientos complejos en arena mojada debajo de la lluvia, coordinación de calendarios -académico y deportivo- y la presión de partidos maratónicos, como la semifinal ante Venezuela (32-30 en un set). Y en la final, tras perder el primer set con claridad, un cambio estratégico de saque y marcas durante el tiempo técnico en cosa de segundos debieron cambiar la táctica para lograr dar vuelta el marcador que estuvo cuesta arriba. “Cuando cayó la última pelota, primero fue un silencio abrumador, el replicar del silvato de fondo y después lo más increíble del mundo.Una recompensa al esfuerzo: todo el Team Chile entró a la cancha con mucha algarabía para celebrar, incluso nuestro entrenador que entró corriendo. Fue el momento más emocionante de mi carrera deportiva”, relata el joven eléctrico.

El esfuerzo académico ¡Sí se puede!

Fernando Quintero en cancha.

Para Quintero, compatibilizar estudios y deporte exige planificación milimétrica: comparar calendarios: -deportivo y académico- al inicio del año, adelantar materias, aprovechar recursos online y contar con el apoyo institucional de la Universidad de Chile, que facilita aplazamientos y justificaciones. “La universidad y algunos profesores nos respaldan mucho; otros siguen estrictamente el reglamento, pero al final se puede”, afirma.

Admite tener poca vida social universitaria, priorizando entrenamientos y estudios, pero destaca que tiene grandes amigos que lo ayudan con las materias en Beauchef.

Este oro es la primera medalla en un megaevento para Quintero, culminación de cuatro años en la arena y un año intenso con su nueva dupla. “Significa mucho para el vóleibol playa chileno: revalidamos el título que habían ganado Vicente con Noé en 2022”, señala. Ahora, mirando al futuro, Fernando, sueña con los Panamericanos y, sobre todo, con los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.

A los/as jóvenes estudiantes deportistas, su consejo es claro y contundente: “¡Intentenlo! Todos me decían que no se podía compatibilizar Ingeniería Eléctrica con este nivel deportivo por el nivel de exigencia de ambas disciplinas, pero aquí estoy, en quinto año y con un oro bolivariano. Pruébense a sí mismos antes de creer lo que dicen los demás”.

Agrega, “por el apoyo quiero agradecer a mi familia, a mi polola, Constanza Robles (también azul, estudiante de medicina en la Casa de Bello) que me apoya en los viajes, en los torneos y en los exámenes; también a la dirección deportiva de la Universidad, quienes me apoyan todo el tiempo, en especial a Sebastián Andrade. Y en el DIE al profesor Andrés Caba, quien me entrega su apoyo incondicional, tanto académico como deportivo con sus consejos”.

La Universidad de Chile y el Departamento de Ingeniería Civil Eléctrica (DIE) celebran este triunfo, que suma a su delegación en los Juegos Bolivarianos y refuerza su compromiso con el deporte de alto rendimiento. Fernando Quintero no solo representa a Chile en la arena, sino que encarna el espíritu de una generación que demuestra que excelencia académica y deportiva pueden ir de la mano. Un oro que brilla con esfuerzo, estrategia y pasión.

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Fotografías: Gentileza y agradecimientos para La Federación de Vóleibol de Chile

31-12-2025

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